Ursicinio Martínez nació en 1932 en un pequeño pueblo palentino Villaconancio. Su habilidad por las artes plásticas le viene desde niño; a los 12 años tallaba la madera con navaja y dibujaba a lápiz retratos de sus amigos. En 1950 su primer trabajo le traslada a la oscuridad de las entrañas de la tierra en una mina de Barruelo de Santullán (Palencia), oficio que sabe reflejar con perfección y sentimiento en muchas de sus esculturas. Un año más tarde realizó su primera talla importante un Cristo a tamaño natural con madera de roble que se utilizaba en la explotación de la mina; con esta escultura ganó una beca de estudios en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Palencia donde estudio dos años escultura. En 1960 emigra a Brasil donde trabaja durante tres años para la Escuela Panamericana de Arte de Sao Paulo. Posteriormente hasta su regreso a España dibuja y proyecta para una empresa de plásticos. En los ˙últimos años ha desarrollado una intensa actividad artística, participando en más de treinta exposiciones individuales, ha realizado monumentos públicos y toda una extensa obra que guarda con cariño y orgullo en una antigua torre de vigilancia de la entrada por la Puerta Tobalina a Aguilar de Campoo.